Hace no tanto tiempo, como hace unos 10 años atrás, solíamos ir con mi mama y mi papa a la casa de mis abuelos que está a dos horas de la ciudad para comenzar las vacaciones o solo pasar la navidad, a veces me aburría, pero siempre lo veía como un escape a la ciudad y todo el “ruido" que hay normalmente incluso en ciudades pequeñas como en la que crecí. Esas navidades que pasábamos en el campo fueron memorables mirando en perspectiva porque me hacían valorar lo simple, mis abuelos eran personas simples que toda su vida vivieron en el campo y de lo que les daba la tierra, como la mayoría de nuestros viejos, ellos aprendían a darle el valor a las cosas a medida en que las iban logrando. Todos los años cuando me iba a visitarlos en ese pequeño pueblo al centro de la provincia de Formosa, me sorprendía la calidez de la gente que sin conocerme me saludaba, algo que casi me asustaba porque en la ciudad no saludamos a extraños jaja, además me sorprendía también que a pesar de la humild...